14 Dic Taylor Swift irá a juicio por plagio
La cantante cumple 32 años en medio de una polémica por los derechos de autor de su mayor hit.
Taylor Swift cumplió 32 años envuelta en una batalla legal por su éxito musical “Shake it off”. Los compositores Sean Hall y Nathan Butler la llevaron a juicio por plagio ya que aseguran que la canción de Swift tiene similitudes con “Playas gon’ play” (2001), del disuelto grupo femenino 3LW.
Si uno o una escucha los dos temas puede afirmar instantáneamente que no se parecen en nada. La llamativa denuncia de Hall y Butler llega por el lado de la letra y de la estructura de la canción. La acusación que recibió la cantautora es por violar los derechos de autor.
En primera instancia, el juez de California Michael W. Fitzgerald rechazó el pedido de los compositores, pero estos apelaron y el caso está abierto de nuevo desde el jueves. Fitzgerald entendió que solo un jurado estaría en capacidad de establecer si “Shake it off” 2014 es copia de “Playas gon’ play”.
El quid de la cuestión está en las frases “players gonna play” y “haters gonna hate”. Las dos suenan en la canción de Swift y en la de 3LW solo se oye la segunda. Esto es porque la primera está modificada por el juego de palabras: “Playas gonna play”.
La primera opinión de Fitzgerald fue que las letras eran demasiado “banales” como para ser objetos de derechos de autor. Para demostrarlo, el juez citó trece canciones anteriores que contienen frases similares a la de estos temas.
“A principios de la década de 2000, la cultura popular estaba tan impregnada de los conceptos de jugadores y odiadores que frases como ‘los que juegan…van a jugar’ o ‘los que odian…van a odiar’ no son especialmente diferentes de otras como ‘los corredores van a correr’ o ‘los nadadores van a nadar’”, indicó Fitzgerald.
“El concepto de actores que actúan de acuerdo con su naturaleza esencial no es en absoluto creativo; es banal”, agregó.
El tribunal federal devolvió el caso a Fitzgerald y Swift pidió un juicio sumario, pero Michael W. se negó argumentando que “hay algunas diferencias notables entre las obras, también hay similitudes significativas en el uso de las palabras y la secuencia/estructura”.
De este modo, el magistrado añadió que “el tribunal no puede determinar actualmente si algún jurado está en capacidad de encontrar de una manera razonable una similitud sustancial en el fraseo lírico, la disposición de las palabras o la estructura poética entre las dos obras”.
Según el juez, expertos contratados por Swift presentaron “argumentos persuasivos” que no fueron suficientes para evitar que el caso llegue a un juicio.
Red
Hace poco más de un mes, Taylor lanzó Red (Taylor’s Version), un álbum regrabado -y con agregados- de uno de sus discos más exitosos. El original fue lanzado en 2012, pero por un tema de posesión de másters la cantante decidió hacerlo todo de vuelta y reestrenarlo.
La idea de Swift es hacer de nuevo seis de sus nueve álbumes de estudio. Ya regrabó dos. ¿Por qué? Porque los primeros, aquellos que estrenó desde 2006 hasta 2017, los hizo con el sello Big Machine. A fines de 2018, su contrato con esa empresa expiró y la cantante firmó con Republic Records, que sí le aseguró los derechos para poseer los másters de su nueva música.
Esto último no pasaba con Big Machine, por lo tanto cuando Swift se desligó del sello los másters de sus canciones dejaron de ser de ella. En 2019, el empresario Scooter Braun adquirió Big Machine y, como parte de la adquisición, se convirtió en el nuevo dueño de los másters de los primeros seis álbumes de Taylor.
La cantante denunció la compra del sello por parte de Braun y anunció que haría de nuevo todos los discos para poder ser la dueña de los másters de esas canciones. En noviembre de 2020, Swift empezó a trabajar en ellos y el primero que estrenó fue Fearless (Taylor’s Version), que tuvo un buen recibimiento de crítica y público en abril de este año.
La versión original de Red es el cuarto álbum de la cantante. Su trabajo en el disco le permitió abrirse a nuevos géneros y ser tenida en cuenta como una artista mucho más completa. Con Red consiguió hazañas que nunca había logrado, como por ejemplo liderar por primera vez los tops británicos.